Ha llegado el momento de querer escribir. Mis escritos son de adentro, del alma
Un escritor siempre escribe de lo que tiene en el alma. Siempre he creído que para ser un verdadero escritor. Aquel debe desnudar su alma. Cualquiera sea el género, ficción, romance, poesía y para ser verdad no me agrada mucho la idea que vean dentro de mí.
Como no amar y admirar el alma de escritores como; Charles Dickens, Oscar Wilde, Jane Austen, Emily Bronte, David, Salomón, cuando escribían Salmos, Eclesiastés y Cantar de los cantares porque allí en una de sus palabras se encuentran ellos ocultos, sus ideales, sus sueños, sus creencias. Su opinión sobre la vida.
Son esos días en los que entro en cuenta que tengo todo y no lo sabía. He dado el primer paso de valentía.
Siento una alegría tan grande en mi pecho. Para mí estos son días felices. En darme cuenta que estoy cumpliendo todo los sueños que desde niña tenía, sí y que se estén dando así naturalmente sin forzar nada.
Cuando era niña jugaba a ser doctora y curaba a mi mascotas y peluches. Si y ahora lo soy por fin, y después en mi adolescencia entré en una fase de leer, escribir, amar la poesía, cuando mi papá me obligó a leer mi primer libro. Pensé que hermoso ha sido esto, de qué maravilloso mundo me estoy perdiendo. Y me dije a mí misma "quiero ser escritora" e intenté hacer mi primer libro con una máquina de escribir y ordenar mi diario con fechas, tenía entre doce y trece años y después . No sé qué me distrajo pero lo dejé a medias. Todavía tengo la vaga idea que tuve en mi mente de aquel libro y las palabras que escribí en hojas en blanco, guardadas en una carpeta. Más tarde me involucré en un club de lectura y terminé estudiando por tres años teatro.
Y ahora sin proponerlo, ni obligarme a escribir, vinieron muchas ideas en mi mente de crear otro libro con una idea diferente que me apasiona, que me hace vibrar, así como cuando leo mis libros favoritos y viajo en mi mente a ese mundo ideal. Y se la conté a mi enamorado y a mi mejor amiga y personas como ellos me animaron a hacerlo.
Me inspiraron con palabras como tienes "alma de escritora" cuando leían mis escritos. Sabiendo aún qué mi mejor amiga no es cualquiera es una ávida lectora médico. Le escribí la dedicatoria. La quiero demasiado, ni sé como describir para explicitar la mitad de ti y lo perfecta que eres, no obstante, cuando le dije que quería participar en un concurso de escritores para novela corta, confesandole que ya no podía porque me había salido muy larga la novela y me respondió como si fuera tan fácil "haz otra" y mi mente automáticamente se la creyó creando otros personajes.
Está buenísima esa idea te ganarías un Oscar, ayudándome con la simulación, fue lo que me dijo Sergio, será un best seller, y la harán película, me llamó emocionada Yamel, cuando le envié los primeros capítulos con su dedicatoria. Dios que he hecho para merecer tales amigos. No me quiero hacer muchas ilusiones porque no las necesito, pero escribir hace algo inexplicable en mí, que ni yo lo entiendo. Es como si hubiese nacido para ello.
Gracias Sergio, por ser el primero en escuchar las historias locas de mi cabeza y apoyarme, te amo, porque siempre contigo puedo ser yo, la chica que ama a Dios, ama ver los atardeceres y las estrellas, los libros, que cuenta historias y que le pone ese picantito y ese condumio y que la extiendo como me dices, anda al grano, que puede ser siempre sincera contigo y que te incita a que la lleves a lugares que me inspiran para no ir sola y tú, el loco que me acompañas.
Comencé a escribir en las notas de mi celular Huawei con memoria de dieciséis y sin darme cuenta era un capítulo tras otro, si ahora son dos libros y la idea de un tercero y cuarto y no puedo parar. Me sorprendí a mí misma cuando lo pasé a mi computadora en word y sobrepasaron 39.034 palabras, aún sin editar. Que babosada estoy escribiendo, riéndome como loca. A decir verdad le ganó a mi tesis de graduación.
Cuando mi mayor miedo era fracasar, ser la escritora de tan solo un libro y siguen fluyendo más ideas porque escribir me desahoga, me hace sentir viva, hace reconciliarme con mi propósito, me hace feliz, ensoñadora en nubes rosas, me llena el alma, suspiro.
Por crear un mundo donde yo siempre he sido feliz. Y allí creando personajes. Personajes que estoy amando y que me sorprenden porque mi alma le pone ciertos matices y tintas de mí, pero después no, tienen vida propia y me doy cuenta que son diferentes, porque les gusta cosas que a mí no me gustan y piensan cosas que yo no pienso. En muchos ámbitos son diferentes a mí y tienen gustos musicales diferentes, así con todo y defectos los amo con todo mi corazón. Emiliano no te puedo superar y todas las noches me acuesto pensando en ti, como solucionar tu vida caótica. Una forma de superar a Travis Maddox.
Porque después de todo, allí frente a mi laptop Lenovo, me siento creadora, hija de un padre creador. Que nos creó y que aunque nos hizo únicos de una forma especial, la vida nos marca, nos cambia el rumbo, nos transforma. Y vamos siendo únicos, diferentes no solo físicamente sino de adentro del alma.
Si supieran como suspiro con mis propias historias cada noche y la sonrisa que tengo cuando las estoy escribiendo. Mi sueño de niña y de adolescencia se está volviendo realidad. Siento que es mi propósito.
No sé lo que me espera, pero he comenzado esta aventura con fe y todo saldrá bien.
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